7 julio, 2020
Todas las bodas son especiales. En todas hay emoción, espera, entrega y cariño. Todas se esperan como agua de mayo. Pero dadas las circunstancias que hemos vivido con la cuarentena, la boda de Gádor y Fabio fue, cuanto menos, singular y única. Y lo fue por su belleza, por su estilo, por su sencillez. También lo fue por la predisposición de los novios. Antepusieron sus ganas y su amor a cualquier tipo de espera. En la boda de Gádor y Fabio primaba el Sí quiero. Primaba el Sacramento, el Amor. Primaba ese “nosotros”, en un “ahora”.
Y tras su rotunda espera al día elegido, sin miramientos de otras fechas, llegó el gran día. Gádor lucía cual princesa, irradiaba sencillez. Fabio aguardaba en el Altar de la Basílica de las Angustias con los nervios a flor de piel bajo la estampa del perfecto caballero. Y el gran momento se consumó.
Desde aquí, y con estas líneas, queremos agradecer a Gádor y Fabio el haber confiado en Gutiérrez Joyeros y CocheBoda para el día más especial de sus vidas. Hemos sido partícipes con las alianzas ARGYOR 1954 y con nuestro Citroën 11B del momento más bonito. Os damos las gracias, pareja, matrimonio. Esperamos y deseamos veros muchos años más, así de guapos y radiantes.
Con todo nuestro cariño, ENHORABUENA. ¡Vivan los novios!
El equipo de Gutiérrez Joyeros y CocheBODA.