27 julio, 2021
Sí, ole por María. Ole por ese tipo de mujer con clase, que sabe de joyería. Ole por aquellas que resaltan del resto porque admiran la belleza. Y ole por las que tienen personalidad. Sí, ole por los que se desmarcan de un mundo donde la belleza es un reducto que resiste ante una moda de fealdad.
Desde que María nos dijo que quería un anillo potente ha pasado tal vez un año. Porque cuando uno quiere un anillo así, esto no es coser y cantar. No se trata de vender lo primero que tienes: se trata de hacer una joya única en todos los sentidos, elegante y con un nivel de calidad que realmente satisfaga al cliente. Y desde ese año para acá, han pasado muchas cosas.
Lo primero que pasó fue que María se enamoró de un anillo tipo Soleste que hicimos con un soberbio diamante de 1.74Cts que podréis ver en esta entrada. Después de verlo y enamorarse perdidamente de tan magnífica joya, nos dijo que sí o sí quería algo similar.
Lo siguiente que pasó lo llamamos oportunidad, porque de eso se trata: de ofrecer piezas excepcionales. Y es que nuestro gemólogo y diseñador 3D hizo acopio de más diamantes, entre ellos un precioso diamante talla esmeralda. Su peso era igualmente potente: 1Cts. Y su calidad, redonda: color E, Very Good y Excellent, sin fluorescencia.
Así pues le comunicamos a María sobre este diamante, y de seguida comenzamos a darle forma. Hicimos unos primeros bocetos, pero María nos pasó una idea. Quería algo potente… Y vaya si lo hicimos.
Con ese diamante al centro, y flanqueado arriba y abajo por sendos diamante de talla tipo trapecio (de medio quilate cada uno), el anillo ya se antojaba espectacular. Pero además, por su doble brazo a cada lado, desfilan un total de 9 diamantes (36 en total). Así pues la báscula taró el peso en 2,36Cts de diamantes. 1Cts al centro, dos medio quilate (arriba y abajo), y 36 unidades talla brillante.
Una vez acabada la pieza, llamamos a María, que no tardó mucho en venir… Estaba deseando ver aquel sublime diseño. ¡Es… Ordinario! Comentó María mientras contemplaba absorta su anillo. El tintineante destelleo de sus diamantes cautiva cualquier mirada.
Clase, estilo, y casi que educada arrogancia serían las palabras para definir esa joya. Un anillo de diamantes que ahora luce en sus manos, no habría otras mejores. ¡Enhorabuena!
Gutiérrez Joyeros. Para adictos a la joyería.