11 mayo, 2019
¿Qué es la calidad?
O dicho de otra forma, ¿de qué sirve pagar marca si no se recibe algo mejor a cambio?.
A menudo escuchamos y leemos, sobre todo en Joyería, el manido término “calidad certificada”. Muy bien. ¿pero qué calidad certifican? La calidad puede ser buena, mala, media, excelente… Y para llegar a conocer ésto es necesario la transparencia. Y la formación. Un joyero sin formar puede constituir una cadena desastrosa de insatisfacciones.
La mayoría de las joyerías, en su desconocimiento procedente de su falta de formación, ofrecen “diamantes con certificado de calidad”. O Esmeraladas “con certificado de autenticidad”. ¿Hola? ¿Autenticidad? ¿Acaso las esmeraldas son una marca?.
Vayamos por partes. En el mundo de la Joyería la calidad responde en términos de gemas, metal y construcción de la joya. Por ejemplo, podemos tener dos diamantes en sendas joyerías distintas. Una ofrece un 0.50Cts por 1.900€ y “calidad certificada”. La otra ofrece otro diamante, de igual peso, por 3.600€, con análisis de laboratorio e índices D-IF. Un profano en la materia diría que la más cara está abusando. Pero puede que sea al contrario…
Si la opción de 1.900€ es un vulgar H-SI2, está siendo infinitamente la opción más cara. Por eso, el término calidad, que en ambos casos existe, deberá ser especificado. Porque calidad tiene todo en esta vida, otra cosa es que sea buena, mala, regular… y esté descrita en una documentación. NO vale poner “calidad certificada”.
Con respecto a las esmeraldas pasa lo mismo. Lamentablemente la mayoría de joyeros son tenderos que con mayor o menor fortuna han seguido los negocios de sus padres aunque intentaron estudiar otra cosa. Por ello mismo no están formados. No saben qué manejan entre sus manos, y se dejan caer en brazos de proveedores que les ofrecen género ya acabado, sin saber si quiera las calidades. “señora, esto son diamantes y van certificados”, suelen decir. Ellos personalmente sólo saben que tienen que dar una tarjeta que pone, simplemente, “calidad certificada”. De ahí no los saques. Y ni se nos ocurra meterlos en un laboratorio… lo pondrían patas arriba. Y menos en un taller…
El caso que hoy nos trae es el de unas maravillosas esmeraldas de Zambia. Vienen con doble análisis de laboratorio: y el de GFCO y el nuestro. Y se detalla algo grande: excelente color, excelente corte, excelente nivel. Y eso tiene un precio, y marca una diferencia. Y además, hechas a mano. Por todas estas razones marcamos la necesidad de remarcar algo importante: el joyero debe saber lo que vende. La calidad debe ser analizada, especificada y contrastada.
En el mundo de hoy la calidad juega un factor determinante. Sin calidad, sin género exclusivo y sin contrapartida, sólo hay una opción. Ser un tendero más, un mero distribuidor de una firma impersonal.
En Gutiérrez Joyeros lo tuvimos claro desde el principio. La mejor calidad, analizada, contrastada y certificada.
Babette Baca Baier.
Gemólogo y diseñadora de Alta Joyería.